Historia de la producción del caballo y la leche

La leche de yegua comenzó a utilizarse con fines terapéuticos en China hace 3000 anos. Fue considerado como un milagro de la medicina, y era conocido entre los Emperadores de la dinastía Ming como el "néctar divino".

En el siglo VIII a. C., el poeta Hesíodo en su poema "Trabajos y Días", describe la leche de yegua como un alimento cotidiano.

Así mismo, Homero, en la famosa "Ilíada", escribió sobre los ordenadores de yeguas, para el uso de la leche como alimento. Kublai-Khan, gobernante de Mongolia, bebía kumis (leche de yegua fermentada) todas las noches, y disponía de una manada de yeguas que habían sido criadas para la producción de leche sólo para él y para sus hijos.

Las poblaciones de Asia, particularmente en las áreas de la estepa de Mongolia, siempre bebían leche de yegua para fortalecer su sistema inmunológico y, por lo tanto, protegerse contra las enfermedades. Ellos también disfrutaban con el sabor de la leche de yegua.


Eugene Delacroix (1798-1863), en su obra de 1862, Ovidio entre los escitas (óleo sobre lienzo - 32 x 50 cm), ubicada en el Museo Metropolitano de Nueva York
Foto: Sayn-Wittgenstein Fine Art Inc; http://www.thearttribune.com/

En la historia moderna, los primeros en utilizar la leche de yegua con fines terapeuticos son los rusos. El primer hospital, donde se utilizaba la terapia de la leche de yegua, se estableció en 1858 en Samara. Lev Nikoláyevich Tolstói, autor de novelas famosas como "Anna Karenina" y "Guerra y paz", escribió sobre ello: "la leche de yegua regenera mi cuerpo e inspira mi espíritu". Durante la Segunda Guerra Mundial, el médico alemán Dr. Rudolf Storch destacó los efectos de la leche de yegua sobre la salud humana, y en 1959, cuando regresó de su cautiverio, estableció la primera granja para la produccion de leche de yegua en Alemania.